viernes, 24 de octubre de 2008

El lenguaje de los muertos

Nuestro lenguaje era el silencio, no era como todos los silencios que suelen acompañarse de miradas. El nuestro era un silencio seco y moribundo, uno que asqueaba a cualquiera que lo presenciara.
Nuestros corazones estaban tomando el ritmo de los corazones rotos y desangrados, corazones isquémicos necrosados, corazones muertos.
Como?, nunca supimos decir…
Cuando?, cuando se cultivaba el fruto de nuestros cuerpos cansados para esos entonces…

Daría mi vida si la tuviera por verte sonreír como antes.
Daría mi alma por sentir otra ves mi sangre.