lunes, 2 de junio de 2008

CUANDO

Cuando respires mi aire y mi corazón no te deje, cuando mi piel no se despegue de tu cuerpo y tu cabello me envuelva entero, soñaré que la noche no acaba, que tus besos no me matan y que este frío no deja inmóvil tu recuerdo.
Cuando mi sangre se detenga en mi pecho y mi piel se descuelgue a pedazos de tus brazos ya no serás mía ni de nadie.
Entonces cavaré un hoyo para tirarme y llamarte para que vengas.

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